Todos los objetos tienen la imantación de un
objeto único, insostenible. Todos los objetos podrían
reducirse, por tanto, a un grano de mostaza, un cactus imaginario,
una foto anónima, colgada en la pared; la forma elemental de un desasosiego. Así,
hombre es sinónimo de hambre, sinónimo de Robinson, sinónimo de América, chicas
lindas, coches de alta gama, gases platónicos, la llave del reino de los
cielos. No obstante, un domingo sin
tabaco puede revelarnos la ausencia de Dios. Y en su lugar, la Nada –ese gran Caño de
Escape– con la superficie y la meteorología extremas del Estado de Nebraska… Uno
no se va porque desaparezcan la rabia y la tristeza; uno se va porque tiene demasiadas razones para no irse; se va porque la
muerte, patrona del Salón y principal inquilina del Motel, con su demagogia
semántica, con su insípida charla, ya
está en boca de todos.